Mi confrontación con la docencia

Me inicié como docente hace ya casi 11 años en una escuela del Sistema Abierto de nivel Secundaria y Bachillerato, asesorando a jóvenes y adultos para que lograran terminar su bachillerato. Durante ese tiempo, recuerdo que le ponía mucho empeño a mi actividad, pero sin experiencia, recién egresada, tuve tropiezos, porque desconocía la pedagogía de la enseñanza, como hacer los conocimientos significativos para ellos, en algunos casos, ellos dudaban de mí por lo joven que era (bueno, no tanto, ya tenía 20 años) pero si tomamos en cuenta que llegué a tener alumnos de más de 40 años, imaginen nada más en qué aprietos me veía. Después decidí buscar algo más continuo, ya que ahí trabajaba por horas y a veces tenía horas libres ahorcadas y tenía que esperarme y bueno, logré colocarme en un colegio particular, después de varios intentos fallidos por ingresar a las secundarias públicas. Ahí permanecí por 7 años, sin embargo, a pesar de la experiencia que fui ganando, ya que trabajé con todos los niveles de primaria y de bachillerato (impartiendo química, biología y ecología), me sentía empolvada, no había tomado cursos de actualización desde que egresé de la licenciatura, por lo cual decidí renunciar y cambiar de aires. Ingresé hace casi 2 años al Colegio de Bachilleres y como profesionista me he sentido mucho mejor, porque el plantel nos ofrece cursos semestre con semestre, que nos permiten abordar con más profesionalismo nuestra labor docente. Y ahora estoy iniciando esta especialidad, con ciertos temores, pero decidida a lograrlo.